“El antiguo Mediterráneo clásico tuvo sus mitos geográficos
y sus epopeyas viajeras. Ahora creo que falta en la nueva Europa una conciencia
de nuestra identidad, una literatura que transcienda las viejas fronteras
nacionales. Tengo la impresión de que los jóvenes se mueven de un lado para
otro, en busca de trabajo o becados por las universidades, sin asumir su
condición de europeos ni profundizar en la conciencia global de nuestra
historia.
Hay demasiadas colas en las autopistas y en los
aeropuertos y poca gente que camine a pié. Y habría que recordar que andando
fue como Homero encontró, probablemente, el ritmo de sus versos. Porque andar
permite calcular, a la vez, el tiempo y la distancia”
M. Wiesenthal (“El
esnobismo de las golondrinas”)
El calendario propuesto se ha ido
ampliando desde que lancé el reto inicial hasta ahora. El motivo es que desde
que lo diseñé originalmente hasta el momento actual, unas cosas han ido
llevando a otras y a través de la navegación internauta, he ido dando con
enlaces que me han llevado a otros enlaces, y así sucesivamente hasta
confeccionar un mapa de eventos bastante europeo. Una mirada rápida al mismo
nos lleva claramente a Italia, cuna de este tipo de ciclismo (el clásico o
retro) donde han proliferado las concentraciones y se ha llegado a constituir
una especie de Challenge llamada Giro de Italia de Época, además complementada
por varias citas fuera de la misma. En Francia encontramos tres eventos, en
España ya cuatro (por los que empecé todo este lío), finalmente tres más
centroeuropeos: Bélgica, Austria y Suiza; e incluso recientemente he
descubierto otro más en Inglaterra.
Abarcar todo resulta inviable
para cualquier persona que no esté jubilada, liberada u ociosa, y que no tenga
además mucha disponibilidad personal y bastante económica para afrontar tantos
viajes, muchos de ellos largos. Por lo tanto hay que elegir. Lo que pretendo
hacer hoy es un ejercicio de toma de decisión en voz alta. Una valoración
personal previa que dirija mi plan de acción para la “temporada”. En principio
pensaba ir a “todo”, pero como se verá, encontré algunas pegas de calendario.
Después ya lo reduje a “casi todo”, pero entonces me llegó el calendario
italiano, y ahora estoy en una situación de ir a “casi todo a excepción de las
pruebas italianas”, que realmente me quedan muy alejadas, no demasiado bien “fechadas”
y con combinaciones de vuelos poco asumibles. Confío en no tener que volver a
revisar mis intenciones a la baja. Vamos pues al asunto.
Comienzo por analizar el
calendario nacional. Inicialmente se presenta muy bien, primaveral y bastante
compactado, en una franja de fechas poco extensa. Además con todos los eventos
localizados en el cuadrante nordeste de la Península, asumible para viajar en
el coche y pasar una sola noche fuera de casa (aunque ya veré que hago al
respecto). Sin embargo el calendario me ha hecho algunas jugarretas: la Pedals
de Clip es buena fecha, pero he de confesar que coincide con un evento
deportivo no ciclista que pensaba intentar este año y del que tendré que
prescindir (un mal menor, iré al Penedés a pedalear entre sus viñedos); la
Histórica se retrasa y ¡zas! Con tan mala suerte que coincide con la Veloretro
belga (un terrible dilema, ya que la soriana tiene fama de ser la reunión más
atractiva del calendario nacional, mientras que participar en una etapa larga y
ya clásica, por las tierras de Eddy Mercks, se me antoja emocionante, y la opción
de vuelo parece fácil), casi con seguridad este año me tocará Soria (pero me
sigue doliendo la coincidencia); la fecha de la Monreal es provisional en este
momento, aunque casi segura extraoficialmente, y mira tú por dónde me la han
ido a plantar al día siguiente de la boda de un sobrino en Levante (esto
implicará madrugón, sueño y seguramente alguna discusión familiar, pero lucharé
contra viento y marea para acudir… ¡a las dos celebraciones!); para terminar
nos queda el GPCC que aún no tiene fecha y tan sólo espero que no la hagan
coincidir con algún evento foráneo (se trata de la única prueba clásica en la
que he participado anteriormente). Del paso de la Vaca Tudanca no hablo, porque
no es un evento oficial, porque está en mitad de agosto para evitar
coincidencias, porque se celebra en puertas de mi casa y porque al ser cosa
mía, lo podría mover de fecha. Nota de cata [Cavas y tintos del Penedés; Rioja
(no muy lejos); Somontano; Vinos de la Tierra Costa Cantabria (blancos); Ribera
de Duero].
Repasemos ahora nuestro
calendario francés, que inicialmente pinta muy bien y que me motiva enormemente
porque adoro viajar por las carreteras secundarias de ese país que tan bien
conozco. La convocatoria de Anjou queda perfecta ¡además este año con dos
jornadas! Y factible en coche en plan de fin de semana (me he inscrito hace
días, sin dudarlo). Sobre la prueba de Marmade aún no hay más datos que la
fecha, pero es compatible por ser en agosto y se ubica a unas 4 horas en coche,
en una zona que he visitado varias veces y me encanta (allí estaré… ¡más
viñedos!). Y para terminar (y calentar para la Eroica) tenemos la Patrimonie a
mediados de septiembre, cerquita de París, con vuelo fácil y directo desde
Santander (excelente disculpa para fin de semana de cara a empezar el curso con
ganas). Así pues el calendario francés parece que quedará completado. Nota de cata [Val de Loire (Anjou-Saumur);
Bourdeaux; Champagne (no muy lejos)].
Por ahí en medio (de fechas y de
nacionalidades) apareció la Veloveritas. En Austria nada menos. Pero curiosa
coincidencia, muy cerquita de Viena. La propuesta es muy apetecible por la
zona, el paisaje y la longitud de la ruta. Además en Viena tengo yo asuntos
pendientes. Lo que me da pereza es no disponer de vuelos directos (transbordos
con la bici a cuestas…), pero creo que me lanzaré y voy a intentar plantarme
allí ¡un año es un año! Seguro que después no me arrepiento. Recientemente he
descubierto además otra ruta en Suiza. En realidad empieza y finaliza en una
localidad francesa fronteriza, para discurrir por Suiza y Alemania. Pero la
página informativa parece estar en alemán y ser suizos sus organizadores. Se
hace llamar Tour de Trois y aunque a priori la tengo descartada, siendo el
último fin de semana de junio, lo mismo me lío la manta a la cabeza y conduzco
con alguien hasta allí para pedalear con los compatriotas de Alex Zulle y
Ullrich. Nota de cata [Rhine Riesling; Alsacia].
Y así, país por país nos
plantamos en Italia, la culpable de todo este lío. El primer desaguisado se
presenta con el sistema de inscripción de la Eroica. A ver si va a resultar que
después de montar toda esta parafernalia me voy a quedar fuera por un simple
sorteo. Sería una desgracia (por no llamarlo de otra manera más vulgar), sin
embargo, para evitar males mayores y bajones anímicos me he preparado un
antídoto. Si todo va bien, iremos a la Eroica (tengo coequipier), y será casi
con total seguridad nuestra única participación en Italia (no por no desear ir
con más frecuencia, sino por ser el destino menos asequible). En caso de quedar
fuera, al menos yo, adelantaré la fecha, me haré el recorrido largo por mi
cuenta, utilizando el “pasaporte” de controles que ellos disponen y aprovecharé
seguramente para poder asistir a algún otro evento italiano aprovechando el viaje
(la Vacamora sería una buena opción). Nota de cata [Brunello de Montalcino].
Hasta aquí pensaba que había
acabado de narrar una especie de quimera de calendario. Sin embargo, a última
hora he descubierto otra propuesta en Inglaterra, más concretamente al norte de
Manchester. Es la Pendle Witches. Puede ser una ruta algo terrible con el clima
que se gastan por allí, y más aún estando prevista para final de marzo, pero
entre el idioma, los pubs, el “countryside” y la tradición sport británica
¿quién se resiste? …pues seguramente todos nosotros, aunque eso no quita para
que personalmente me haya puesto en contacto con uno de los organizadores para
ver si me ayuda un poco con una potencial logística. Nota de cata [Nada de
vino; buenas pintas de cerveza, lager please.
Total que finalmente queda un calendario completísimo,
aunque imperfecto, con riesgos emocionales, pero muy internacional y
apetecible. Me consta que seré el único que asista al mismo por entero, pero
también tengo asegurada compañía (de muy diversa índole) para muchas de las
citas. Así pues, tan sólo queda prepararse pedaleando, tener las bicis a punto,
reservar vuelos e inscripciones con anticipación y disfrutar de los paisajes y
las culturas que la Challenge plantea.
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